Por: Freddy Miller Santana
La vida de integridad y rectitud es el resultado de un estilo de vida de decisiones correctas. Si tomamos sabias decisiones en los momentos indicados podemos demostrar y afirmar que somos verdaderamente íntegros y rectos delante de Dios. La vida cristiana es como nuestro carro, debemos tener cuidado de no ignorar los avisos que nos da el «dash» (el tablero) y otros ruidos, que nos alertan de problemas. Imagínese que usted conduce su auto un día y de pronto le sale esa luz roja que dice «check engine» (verifique el motor) y usted simplemente le arranca el cable y sigue adelante, ignorando el aviso o pensando que el problema era esa «bombillita». Muy pronto tendría unas consecuencias nefastas. Pues algo parecido es la vida espiritual, debemos prestar aviso a ciertas conductas pecaminosas que el Espíritu Santo nos señala, pues de no tratar con ellas a tiempo nos pueden provocar una terrible caída en un estado de insensibilidad espiritual.
No debemos tomar atajos e ignorar los problemas de nuestra conducta pensando en que serán corregidos de forma automática, debemos ser diligentes en tomar las decisiones correctas que nos lleven a una vida de santidad y pureza. A continuación le presento 7 pasos bíblicos para desarrollar una vida de integridad:
¡Le animo a seguir adelante! Pero es importante que la próxima vez que vea la luz roja del panel del vehículo de su nueva vida en Cristo, no ignore la señal, tome una decisión de reparación inmediata. Mejor aún, bríndele mantenimiento preventivo a su corazón por medio de la Palabra de Dios y evite las horribles consecuencias de un corazón endurecido.