Cómo mantener el fervoroso amor por Cristo

Por: Freddy Miller Santana 

Lectura: Apocalipsis 2:1-7 

Detractores de una relación fervorosa con el Señor:

  1. Las heridas del alma – La iglesia de Éfeso había trabajado arduamente en contra de la maldad y los falsos apóstoles y esto había producido de alguna forma heridas.
    1. Proverbios 4:23:  Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón, porque de él mana la vida.
    2. Efesios 4:26:  No se ponga el sol sobre vuestro enojo
    3. Marcos 11:25:  Y cuándo estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.
    4. La falta de perdón crea una herida que no sólo produce amargura en nuestro corazón, sino que también continuará contaminando a otros alrededor hasta que perdonemos verdaderamente. Hebreos 12:15: Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados
  2. El agotamiento – Cuando no llevamos una vida física y emocionalmente balanceada, se producen estragos en la vida espiritual.
    1. Importante mantener en orden correcto de prioridades – El orden correcto:  Dios, familia, iglesia y ministerio
    2. Eliminar cargas pesadas innecesarias. Es mejor hacer menos con excelencia, que mucho con mediocridad. Jesús mismo dijo:  Mi yugo es fácil y ligera mi carga (Mateo 11:30)
  3. La religiosidad – también le podemos llamar fariseísmo, hipocresía o vida de apariencia.  Se trata de un problema grave en la vida espiritual, pues la religiosidad es la imitación de una verdadera relación con Dios.  
    1. Mateo 15:8  Este pueblo de labios me busca, pero su corazón está lejos de mí.  Se trata de hacer exactamente lo que hacen aquellos que y están fervorosos en su relación con Dios, pero con motivaciones incorrectas como: poder, fama, dinero y vanagloria, estatus social, entre otras.  También podría indicar un estilo de vida de tradiciones huecas y sin sentido que se practican con el único propósito de honrar el renombre de una institución humana o que pretender hacer justo al ser humano delante de Dios, en lugar de la salvación por gracia.
    2. Para los creyentes la religiosidad es un estado de retroceso en su crecimiento cristiano.  Es volver a tomar leche espiritual, dependiendo en su totalidad de la relación que otros tienen con Dios y no desarrollando una relación propia con él.
    3. Hebreos 5:12 – Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Combustibles que avivan la relación con el Señor

  1. Perdonar – cuando perdonamos al ofensor, nuestro corazón se libera y comienza a fluir vida en todo nuestro ser.  Esta vida, que viene de Dios, restablece toda la energía emocional y espiritual que se necesita para mantener una relación fervorosa con él.
  2. Arrepentirse  – El v.5 dice mira de dónde has caído y arrepiéntete – identifica tu pecado y pide perdón (1 Juan 2:1 – abogado tenemos).  Corrige tu estilo de vida y recupera la actitud y las acciones de tu primer amor.
  3. Nutre y fortalece tu vida espiritual, a través de la reflexión en las Escrituras, la oración, el ayuno y el ofrendar regularmente.
  4. Rodéate de gente correcta que por su conducta y testimonio demuestran ser genuinos adoradores apasionados por el Señor.
  5. Demuestra tu amor al Señor, amando a tus hermanos, tus enemigos y tu prójimo.
  6. Renuncia a juzgar la vida ajena y concéntrate en corregir tu estilo de vida a la luz de la Palabra y la dirección del Espíritu Santo.
  7. ¡No te avergüences de hacer algo extravagante para el Señor!

¿Por qué no puedo mantener una relación tibia con Jesús?  Porque Dios siempre ha sido fervoroso amante de la humanidad, del mundo y de todo lo que ha hecho. Él ha sembrado esta clase de amor y el espera cosechar la misma semilla que sembró. El beneficio de una vida fervorosa es que cosecharemos todas las victorias provistas en el Evangelio de Jesús, sus promesas de una vida abundante, seremos luz en medio de las tinieblas y lograremos transmitir las bendiciones del Señor a todos los que nos rodeen.  Lo contrario sucede cuando nos mantenemos en tibieza espiritual.