La luz que enceguece al diablo

La semana pasada tuve nuevamente una revelación nocturna del Espíritu Santo. Se trata de un pensamiento o idea profunda acerca de la Palabra de Dios que me despierta con tanta euforia que debo escribirla al momento. El pensamiento era más o menos este: «no somos salvos por buenas obras, pero nuestras buenas obras son la luz que enceguece al diablo». Este pensamiento del Espíritu me ha motivado a investigar un poco más sobre las buenas obras de los creyentes. A continuación les comparto mis hallazgos:

En Mateo 5:15-16, Jesús le dice a sus discípulos que deben alumbrar a los seres humanos con buenas obras. Cuando los seres humanos ven las buenas obras de la Iglesia, abren su boca para exaltar a nuestro Padre Celestial.

En Hechos 9:36, se nos habla de Tabita, una discípula del Señor que se distinguía por sus buenas obras. ¿Acaso no querrá decirnos el Señor que debemos distinguirnos por las buenas obras que hacemos?

En 1 Timoteo 2:9-10, un pasaje un tanto controversial, pues se ha utilizado mal para condenar arreglo personal de la mujer, se revela la intención de Dios de que las mujeres se preocupen más en lucir buenas obras.

1 Timoteo 5, también nos arroja luz sobre las buenas obras y en esta ocasión la Biblia es más específica en mencionar algunos ejemplos de buenas obras que el creyente debe practicar:

  • versículo 5 – ser diligentes en oración
  • versículos 8 y 16 – proveer para los familiares necesitados, especialmente para los padres
  • versículo 10 – criar bien a los hijos, ser hospitalarios, lavar los pies de los santos (que pudiese interpretarse hoy día como servir humildemente a los hermanos en la fe en sus necesidades) y socorrer a los afligidos
  • versículos 17 y 18 – proveer para el sostenimiento de los ministros que trabajan en enseñar y predicar la Palabra de Dios (pastores, evangelistas, misioneros, etc.)

1 Timoteo 5:24-25 nos deja saber que las buenas obras que realizamos no siempre son reconocidas al momento, pero tarde o temprano se manifestarán y recibiremos la recompensa de Dios, la cual es más importante.

La Biblia está llena de ejemplo de buenas obras y sabemos con certeza que Jesús nos creó para vivir en ellas (Efesios 2:10). Cada vez que practicamos una buena obra estamos emitiendo la luz de Dios en el mundo y provocando que los seres humanos adoren a Dios. El diablo sufre cada vez que se adora al Señor, pues el demanda la adoración de los seres humano para él. Cuando vivimos conforme a la Palabra demostramos nuestro nuevo nacimiento y hacemos estragos en el reino de las tinieblas. ¡Hagamos guerra espiritual con nuestras obras de justicia, misericordia y amor! ¡Iglesia resplandece con buenas obras!

Durante esta semana puedes estudiar estos pasajes relacionados al mismo tema como devocional diario:

  • Mateo 5:15-16
  • Efesios 2:8-11
  • Tito 2:13-15
  • Hebreos 10:23-25
  • 1 Pedro 2:11-14
  • 1 Timoteo 6:17-19
  • 1 Timoteo 5