Lectura: Deuteronomio 6:4-9
4 ¡Escucha, Israel! El SEÑOR es nuestro Dios, solamente el SEÑOR.
(RVR60 dice «Jehová nuestro Dios, Jehová uno es»)
5 Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
6 Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego.
7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
8 Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio.
9 Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.
Enseñanzas:
Conclusión:
Entregar esta herencia es costoso, porque costó la sangre del Hijo de Dios en la cruz, ha costado la vida de muchos el que hoy tengamos una Biblia y ahora es costoso y sacrificado para nosotros los padres. ¡Pero el esfuerzo no es vano! ¡La recompensa será una generación integra y apasionada por Dios!